100% Éxito = 80% Inteligencia Emocional + 20% Inteligencia Intelectual: Lo que “En Busca De La Felicidad” Nos Enseña Sobre Liderazgo y Emoción
Imagina que tu proyecto más ambicioso fracasa, tu relación de pareja termina, tus amigos te dan la espalda, pierdes tu hogar y, para colmo, te roban lo poco que te queda. ¿Cuánto crees que podrías soportar? Y, sobre todo, ¿cómo actuarías en medio de tal tormenta? Esta pregunta es la base de un análisis fascinante sobre la película “En Busca De La Felicidad”. Esta cinta, bien recibida por la crítica y el público, y que se encuentra en todos los rankings de películas para emprendedores o para líderes, es un caso de estudio obligatorio. Basada en hechos reales, narra el conmovedor recorrido de Christopher Gardner, un padre que pasa de vivir prácticamente en la calle a alcanzar el éxito financiero. Pero más allá de la historia de superación personal, la película es una fuente inagotable de lecciones de vida, emprendimiento y, fundamentalmente, de liderazgo.
Desglosamos la película en cuatro aspectos clave que, aunque a veces pasen desapercibidos, encierran profundas enseñanzas.
La primera, y quizás la escena de coaching de liderazgo más recordada, ocurre cuando Christopher le dice a su hijo, que sueña con ser una estrella del baloncesto, una frase poderosa que todo líder debería grabar: “Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo ni siquiera yo”. Lejos de desmotivar, corrige su impulso inicial para infundir una verdad esencial: “Si tienes un sueño, tienes que protegerlo”. Advierte que las personas que no lograron sus propias metas a menudo intentarán disuadirte. El mensaje es claro y directo: “Si quieres algo ve por ello y punto”. Esta lección va más allá de la pantalla, invitándonos a reflexionar sobre cómo nuestras palabras, especialmente hacia los más jóvenes, pueden ser motores o, por el contrario, “castradores de sueños”.
Un segundo aspecto conmovedor que resalta el profesor es el papel del hijo de Christopher como su principal motor de motivación. En una situación inusual donde el padre lucha por la custodia, el niño se convierte en la fuerza impulsora para soportar las duras pruebas de la vida. Vemos a Christopher cargando a su hijo, una imagen gráfica del esfuerzo emocional y físico que realiza. La escena donde se saca sangre para venderla y comprar comida para su hijo ilustra la total entrega de un padre. La película muestra una total entrega hacia su hijo, y cómo este es su motor. Aquellos que son padres entienden profundamente de lo que se habla aquí.
El tercer punto que subraya el análisis es el intrigante papel del azar. Ambientada en los años 80, la película introduce el popular cubo de Rubik. Christopher, de manera accidental, se vuelve experto en resolverlo. Este pequeño hecho fortuito capta la atención de la persona clave que lo contrata en la bolsa de valores. Aunque Christopher posee una altísima inteligencia emocional, gran perseverancia, habilidad para las matemáticas y una gran determinación, fue este “pequeño hecho aleatorio” el que le abrió la puerta a la oportunidad. El profesor invita a pensar si existe una “variable de suerte” en el éxito, o si, como decía Steve Jobs, eventos aparentemente desconectados “convergen en algún momento y te van a servir” para sacar adelante tus proyectos
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Finalmente, el cuarto elemento destacado, más allá de los diálogos y analizando la información visual, son las técnicas fílmicas utilizadas por el director. La película nos muestra a Christopher corriendo constantemente por las empinadas calles de San Francisco, siempre “cuesta arriba”. Carga a su hijo en un brazo y una pesada máquina en el otro, simbolizando su vida actual y pasada. Esta imagen transmite físicamente el esfuerzo y la asfixia de su lucha por salir adelante. Otra escena poderosa es en el baño, donde Christopher se mira en un espejo y sus dos imágenes se separan al alejarse. El director, de manera gráfica, nos dice que se está separando de su pasado, se está divorciando de eso, pasando por fin a una nueva vida. Es como la meta alcanzada por un ciclista tras una subida extenuante, listo para el descenso y para “poder tomar aire y poder salir adelante”. Esta narrativa visual es realmente admirable.
Estas lecciones de resiliencia, motivación, el reconocimiento del azar y la maestría visual convergen en la gran conclusión: la Inteligencia Emocional es la clave fundamental del liderazgo y del éxito en la vida y los negocios. La inteligencia emocional, cuyo padre es Daniel Goleman, es definida como la capacidad de sentir, de entender, de controlar y modificar estados emocionales en uno mismo o en los demás. Mide habilidades esenciales como el autocontrol, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad de automotivación. Todo esto, con el fin de controlar nuestras propias emociones y por qué no las ajenas al final para obtener determinados fines o logros.
La película es un ejemplo vivo de inteligencia emocional en acción. Como bien señala el profesor, a pesar de los golpes demoledores –el fracaso del emprendimiento, el abandono, la pérdida de la casa, la indigencia– Christopher nunca desfallece. Siempre mantiene una sonrisa, saluda amablemente y, ante la pregunta de cómo está, siempre responde que está “muy bien”. Incluso durmiendo en la calle con su maleta, tenía una explicación para sus compañeros y siempre estaba con una sonrisa en su rostro. Esta asombrosa capacidad de mantener la compostura y la actitud positiva ante la adversidad es un reflejo directo de una alta inteligencia emocional.
Otro elemento crucial de la inteligencia emocional que se ve reflejado en la película es la empatía. La empatía es la capacidad de entender el mundo desde la visión de la otra persona, de “colocarnos en los zapatos de los demás”. A menudo, nuestro ego nos hace creer que nuestros problemas son los más grandes. Sin embargo, como muestra la película (a veces gráficamente, viendo a la gente sonreír mientras Chris sufre), y como ocurre en la vida real, las personas que cruzamos a diario pueden estar llevando cargas incluso mayores que las nuestras. Y aun así, nos regalan un “buenos días” o una sonrisa. Esa actitud, esa forma de ser que se ve reflejada en la empatía, es la que les ayuda a tener una mejor vida.
La razón por la que esta película resuena tan fuertemente con los temas de liderazgo es que nos muestra, a través del análisis y citando nuevamente a Daniel Goleman, que el éxito no depende primordialmente del intelecto. De hecho, en lo que tiene que ver con el éxito y los resultados de un proyecto, el 20 por ciento están asociados a lo que conocemos como la inteligencia intelectual y el 80 por ciento casi nada está enfocado o son producto de lo que se conoce… como la inteligencia emocional. Esta estadística es revolucionaria y subraya por qué desarrollar nuestras habilidades emocionales es quizás la inversión más rentable para cualquier líder o profesional.
Las emociones nos acompañan siempre, las vivamos de forma consciente o no. La inteligencia emocional no es un don innato para unos pocos, es una habilidad que podemos cultivar. Como tarea importante para empezar en este proceso, los invito a saber reconocer esas emociones y a identificar cuándo nos están atrapando. Si somos conscientes de cuándo sentimos rabia, nerviosismo o cualquier emoción fuerte, podremos evitar dejarnos llevar por ellas y seguramente vamos a seguramente a actuar de manera inteligente para poder resolver cualquier situación.
“En Busca De La Felicidad” es mucho más que una película sobre superación; es una cátedra visual sobre la resiliencia y el poder de la inteligencia emocional aplicada en las circunstancias más extremas. Las lecciones de Christopher Gardner nos recuerdan que nuestra capacidad para gestionar nuestras emociones y entender las de los demás es, según los expertos, el principal motor de nuestro éxito.
Si eres gerente, emprendedor, profesional en crecimiento, speaker o simplemente alguien interesado en el liderazgo, la historia de Christopher Gardner es una fuente de inspiración.
Para profundizar en estas y otras lecciones de liderazgo, te invitamos a leer más artículos y ver videos en nuestra página: www.elprofesorgranadillo.com.
